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Las definiciones de distintos entuertos partidarios se apilan en los últimos días en el Partido Justicialista. Sin muchas estridencias, se resolvió la conducción a nivel porteño, que estará a cargo de Mariano Recalde y María Rosa Muiños. El viernes, a última hora, quedó finalmente zanjada la interna a nivel nacional, con la oficialización de una única lista para las elecciones, encabezada por el presidente Alberto Fernández, y el rechazo de una nómina rebelde que lideraba Alberto Rodríguez Saá. Pero un frente sigue abierto y sin una resolución inmediata a la vista. Se trata de la disputa por la conducción del PJ bonaerense entre Máximo Kirchner y un sector de los intendentes peronistas que lo resisten. Por ahora, la definición nacional no drenó en un ordenamiento de la pelea provincial.
Si bien los sectores más dialoguistas entre los intendentes prevén iniciar conversaciones para que el conflicto quede resuelto en marzo, esa postura no es unánime. El PJ bonaerense tiene autoridades vigentes, con mandato hasta fines de diciembre, lo que obligaría a una compleja ingeniería para un eventual reemplazo de los actuales titulares, los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), por Máximo Kirchner.
Con algunos mensajes indirectos y otros no tanto, Gray se mostró como el más duro hasta el momento y no está dispuesto a negociar. Por el sistema rotativo que tiene actualmente la conducción bonaerense, el jefe comunal de Esteban Echeverría debería asumir la presidencia partidaria y Menéndez (actual presidente) debería ir a la vicepresidencia hasta el 17 de diciembre de este año.
Gray todavía no asumió la titularidad del PJ bonaerense “para no generarle un problema al Presidente de la Nación”, interpretó una fuente cercana al intendente, en diálogo con LA NACION. “A partir del 18 de diciembre, se pude hablar”, agregó sin dejar margen para una negociación por un cierre anticipado del mandato. En este sector, consideran la disputa por el partido un prolegómeno de lo que será la pelea por las candidaturas para las elecciones legislativas. “Es la antesala de los cierres de listas, un primer pantallazo de cómo se comporta La Cámpora”, evaluaron.
Dos fuentes del ala más dialoguista coincidieron en que habría una resolución a fines de marzo. El 21 de ese mes es la fecha de las elecciones en el PJ nacional, en las que asumirá la conducción Alberto Fernández, cabeza de la única lista partidaria. Un desembarco conjunto del Presidente y el líder de La Cámpora es desde hace tiempo una de las versiones que corren.
“La fecha de La Cámpora parece ser el día que asume Alberto. Quieren marcar la cancha en la ciudad, en la provincia de Buenos Aires, en Corrientes”, advirtió a LA NACION un intendente peronista del conurbano. “Hay resistencia al desembarco de Máximo. ¿Cuál sería el beneficio para los intendentes de que él fuera presidente del PJ bonaerense? En esto subyace la reelección, obviamente”, agregó.
Buena parte de los intendentes peronistas del conurbano están impedidos de ir por un nuevo mandato porque está vigente una ley que limita sus reelecciones a dos períodos. Por ahora, no prosperó ninguna gestión para sortear ese límite y para La Cámpora (que lidera los bloques oficialistas en las dos cámaras legislativas bonaerenses) no es una prioridad hacer ese gesto.
“Quisieron llevarse el partido de prepo y ahora entendieron. Tienen que estar sentados a la mesa Gray y ‘El Tano’ [por Menéndez]. Para fines de marzo va a estar resuelto”, confió una fuente que conoce de diálogos sobre el tema en el seno del Gobierno.
El intendente de Esteban Echeverría acumuló mensajes contra Máximo Kirchner en los últimos meses. Lanzó una campaña de arbolado con el eslogan “Me planto” y, con el mismo concepto, difundió un fragmento de un tango llamado “Tengo miedo” especialmente grabado para la ocasión por Hugo del Carril (hijo del intérprete que popularizó la marcha peronista), con versos como “ese día me planté”.
Gray también reunió a secretarios generales de sindicatos municipales para firmar un convenio en su distrito y lo planteó como un mensaje político. “Los trabajadores municipales de los distritos que apoyaron a Máximo Kirchner fueron a respaldarlo”, interpretaron en su entorno.
Una veintena de intendentes apoyaron a Máximo Kirchner en el cierre del año pasado, con mensajes en redes sociales o declaraciones públicas. El principal impulsor del líder de La Cámpora en territorio bonaerense es Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora. En Moreno, la intendenta Mariel Fernández tiene un acuerdo político con el jefe de la bancada oficialista en Diputados, por el que suma funcionarios camporistas a su gabinete municipal, y también lo respalda en la intención de presidir el partido.
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