Crece la cantidad de militares involucrados en drogas en Venezuela. El 4 de noviembre fueron detenidas cuatro personas “integrantes de una organización delictiva dedicada al tráfico ilícito de drogas obteniendo información de interés criminalístico”, se lee en la minuta del Comando de Zona 111 del Zulia.
Por Sebastiana Barráez
Se agrega que hubo “incautación de dos embarcaciones, con barrido químico positivo para clorhidrato de cocaína”; lo que la minuta oculta es que el primero de los nombres responde a una sargento supervisor, que además era hombre de confianza de su comandante de destacamento. También se oculta qué les encontraron para detenerlos y que los llevó a revelar el escondite de las dos lanchas.
El Sargento Supervisor (GNB) Rigoberto Rafael Espina Rincón, es un comando activo del Destacamento 112 de la GNB del estado Zulia, “promoción 58″ dice uno de sus compañeros, destacando que Espina al concluir sus años de actividad, cuando debía pasar a retiro, solicitó prórroga y posponer la baja de la institución. Miles de militares han desertado de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) porque se les ha negado o retardado la baja; resulta suspicaz aquellos que piden quedarse en la institución castrense o los oficiales que se atornillan a cargos que están en la ruta del narcotráfico.
about:blank
AnunciosRelata que la última vez que habló con él antes de que lo detuvieran “me dijo ‘curso, yo pedí un año más, porque estoy custodiando unos amigos del comandante y me dan mi cosita ahí; uno anda uniformado con ellos’. Algo había ahí porque yo digo que lo que se hizo se hizo, que va a estar uno pidiendo un año más, pero como se dice, así es el hambre”.
“Un primo de Rigoberto Espina, quien también es militar, me dijo que la familia cree que lo inculparon, pero también me aseguró que el jefe le regaló una camioneta y otras cosas, por lo que se preguntó si eso era solo por escoltarlo, porque la verdad resulta raro”, dice su compañero de componente.
“A estas alturas uno sabe qué es lo bueno y qué es lo malo. No sé qué pasó ahí. No sé si Espina estaba metido en eso, pero entre el grupo de compañeros se dice que en el teléfono le encontraron mensajes que lo incriminan aun más. Era un sargento con 33 años, ¿por qué pidió un año más de permanencia? Según la familia, Espina estaba hace tiempo con el comandante. Ya sabe cómo están las cosas aquí y ahora si andan con operativos, queriendo mostrar a la CPI que están haciendo incautaciones”, dice otro de los guardias nacionales.
Es irónico pero el 31 de octubre de 2022 Rigoberto Espina retuitea el mensaje del MG Juvenal Fernández López, comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que empezaba ¡Golpe al narcotráfico! Y que narra que efcetivos adscritos al Comando de Zona 22 de Mérida detuvieron a un hombre que trasladaba más de 77 kilos de marihuana y se mostraba una foto del individuo de espalda, con la droga sobre una mesa. Cuatro días después Espina estaba en una foto similar como protagonista principal.
La minuta de la GNB
La escueta información suministrada en la minuta de la Guardia Nacional, CZGNB-11, CNA URIA 11, CONAS GAES 11del Zulia, se limita a destacar el resultado de la detención de: “Rigoberto Espina, Iscar Salazar Laffot (sic), Samuel López Batís y Ángel Ortiz Labori, integrantes de una organización delictiva dedicada al tráfico ilícito de drogas obteniendo información de interés criminalístico”. De los civiles se mencionan los dos apellidos, no así del militar, limitándose a mencionar solo un nombre y un apellido.
En el caso de Iscar José Salazar Laffont, de 37 años, tiene residencia en Sector La Salina II, Casa S/N, frente a luna bodega, El Morro de Puerto Santo, Municipio Arismendi, estado Sucre. En dicho municipio también reside Samuel José López Batis, mientras que Ángel Luis Ortiz Labori aparece con residencia en Porlamar, esatdo Nueva Esparta.
Agrega que la captura se debe a “labores de inteligencia, perfilamiento e inspección de personas y vehículos” que hicieron efectivos adscritos a la Unidad Regional de Inteligencia Antidrogas del Zulia (URIA-11) y al Destacamento de Seguridad Urbana (DESUR) Zulia del Comando de Zona Nr. 11, que se encontraba de servicio en el CZGNB-11 Zulia, de servicio en el Punto de Atención al Ciudadano (P.A.C.) de Puerto Caballo.
Al día siguiente, 5 de noviembre, localizan las dos lanchas, argumentando que fue porque continuaron “con las labores de pesquisa a través de trabajo de campo, mediante patrullaje de escudriñamiento y procesamiento de información obtenida, efectivos militares en comisión conjunta adscrito al D-112 del CZGNB-11 Zulia, GAES-11 Zulia y URIA-11 Zulia”.
Las dos embarcaciones son tipo lancha de fibra, “una de ellas con dos motores fuera de borda de 75 hp marca Yamaha”. Las encontraron ocultas en un mangle, del sector Porchoure,municipio Guajira, estado Zulia coordenadas 11°41′42.6″N 71°35′09.8″W., se lee en otra de las minutas. Las dos embarcaciones “fueron trasladadas y resguardada en el sector de Cojoro, municipio Guajira, estado Zulia”.
El 6 de noviembre, dos días después de la detención del sargento supervior Espina y los tres hombres que lo acompañaban, una comisión de efectivos militares, adscritos a la URIA-11 Zulia, y Experto Quimico adscritos al LC-11 Zulia, así como Alexander Sánchez, Fiscal 24 en materia contra las drogas, se dirigieron hasta donde estaban las dos embarcaciones para realizar el barrido químico de las mismas, “arrojando resultados positivos para Clorhidrato de cocaína”.
Reincidente
El 29 de Julio de 2013 el juez del Tribunal Primero de Ejecución de Carúpano, Luis Marcella Hernández, ordena la libertad inmediata de Iscar José Salazar Laffont, Asunto Principal RP11-P-2004-000165. Hernández actua en razón de que en el 2012 el Juez Luis Beltrán Campos le concedió la Fórmula Alternativa de Cumplimiento de Pena de Destacamento de Trabajo, por 5 años y nueve meses, por lo que al ser detenido por la policía de Sucre, se violaba la decisión de Beltrán Campos.
La causa judicial se originó cuando el 13 de diciembre de 2006 el Tribunal le pidió al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) que lo detuviera, ya que, el 23 de octubre de 2006, la Corte de Apelaciones del estado Sucre, anuló la sentencia absolutoria que le habían dado el 29 de noviembre de 2005, por la presunta comisión del delito de Ocultamiento de Sustancias Estupefacientes y psicotrópicas: así ordenaron un nuevo juicio, que se reanudó el 16 de junio de 2011. Entonces Salazar Laffont asumió los hechos, lo condenaron a ocho años de prisión.
Iscar Salazar Laffont tenía 19 años de edad, cuando el 19 de mayo de 2004, una comisión del destacamento 78 de la Guardia Nacional, inspecciona un inmueble a solicitud del Tribunal Quinto de Control: en el lugar solo estaba Iscar José. La GNB encontró, según dice el reporte judicial, cinco chalecos antibalas, cartuchos de fuego, una pasamontañas y enterradas “al final del inmueble, cerca de una mata de tamarindo encuentran varias panelas de marihuana y en una especie de tanque, en un túnel, consiguen 77 panelas (75, 890 kilogramos), que al realizar la experticia resulta ser cocaína y que dos panelas eran de jabón”.
Esa fue la primera vez que cayó por drogas, ahora está detenido nuevamente por la misma razón.