Quienes se sumergen en los secretos de la alta cocina saben en qué consiste la refinada salsa holandesa. Al mismo tiempo, los holandeses, que se encuentran entre los más experimentados granjeros del mundo, han logrado hacer crecer ajíes y comercializar una variedad de especias picantes, que son un suvenir obligado para los amantes del arte culinario que visitan este país europeo.
“WEG” (Wien Experts Group) puso de manifiesto que, recientemente uno de los principales medios de prensa holandesa – el periódico De Volkskrant – informó que hace cuatro años piratas informáticos contratados por el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia lograron penetrar en el sistema informático administrado por la policía holandesa. Este acceso ilegal fue registrado por el Servicio de Seguridad e Inteligencia General de los Países Bajos (AIVD). Se supone que los autores estaban buscando material de investigación sobre el accidente del MH17 acaecido en Ucrania en 2014. La fiscalía está convencida que el avión fue derribado por un lanzador de misiles antiaéreos Buk ruso. Desde que el tribunal de La Haya inició las audiencias principales por el caso del MH17, cada día del juicio le viene deparando más y más “sorpresas desagradables” al Kremlin y sus agencias de inteligencia.
La WEG viene observando un clima creciente de verdadera guerra cibernética entre Holanda y Rusia en los últimos años. Cabe recordar, por lo demás, que Holanda fue uno de los primeros aliados de la OTAN en sacar conclusiones sobre la política agresiva de Rusia a finales de la década del 2000. Siguiendo la demanda del Reino Unido en 2011, adoptó la Estrategia Nacional de Ciberseguridad, creando en el país nuevas unidades de ciberinteligencia. En concreto, creó la Academia de Ciberseguridad, que atrajo a especialistas de los mejores centros de enseñanza y empresas líderes del sector.
En 2014, los holandeses lograron inmiscuirse en la red informática de un centro universitario ubicado en el centro de Moscú, donde un notorio grupo de hackers rusos – “Cozy Bear” -, también conocido como APT29, operaba bajo el paraguas de la inteligencia rusa. Los holandeses lograron piratear la cámara de video y espiar a los rusos durante más de un año. Además de identificar a los participantes del grupo “Cozy Bear”, los expertos también lograron obtener evidencias de que los rusos de hecho habían pirateado los servidores del Partido Demócrata de Estados Unidos e interferido en las elecciones presidenciales de ese país.
En 2018, el Ministerio de Defensa de Holanda afirmó que había reprimido un intento por parte de la inteligencia militar rusa GRU de penetrar en la red de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) con sede en La Haya. En este caso, cuatro titulares de pasaportes diplomáticos rusos fueron expulsados de Holanda. A uno de ellos se le confiscó un laptop, que había sido utilizado para obtener el acceso no autorizado a los archivos de la investigación por el derribo del MH17.
En 2020, De Volkskrant dio a conocer una publicación sobre piratas informáticos de Rusia y China que se habían infiltrado en la red de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), con sede en Ámsterdam. Los piratas informáticos se apoderaron de los documentos pertenecientes a BioNTech y Pfizer, gigantes de la industria farmacéutica que desarrollaron una vacuna para luchar contra el nuevo coronavirus.
No es sorprendente que las historias de éxito de las agencias de seguridad holandesas al enfrentarse a los piratas informáticos rusos superen en muchos aspectos a las de la mayoría de sus homólogos occidentales. A pesar de carecer de recursos importantes, incluidos los humanos, los holandeses están alcanzando la máxima eficiencia en varios dominios. Baste recordar la economía holandesa, que se encuentra entre las mejores del mundo. También vale la pena señalar su escrupulosidad en la recolección de los restos del Boeing de Malaysia Airlines derribado sobre el Dombás antes de lograr restaurar prácticamente todo el fuselaje en su tierra natal. Todo esto se suma a la confianza de que los responsables de la tragedia del MH17 pronto serán procesados. Las audiencias en el caso MH17 están ganando impulso a medida que la investigación aporta pruebas cada vez más contundentes de la participación de Rusia en el desastre. Casi todos los días, los mandatarios rusos reciben noticias desagradables llegadas desde La Haya.
Aunque las autoridades rusas en un principio negaban con vehemencia cualquier participación, tratando de transferir la responsabilidad por la tragedia aérea a Ucrania, ahora las declaraciones expresadas por la parte rusa se han vuelto mucho más cautelosas. Hace unos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, declaró con bastante modestia que Estados Unidos supuestamente estaba “ocultando hechos importantes sobre el caso del MH17…” Mientras que antes, Lavrov calificaba las acusaciones contra Rusia como infundadas o incluso “rusofóbicas”.
No hay duda alguna que, los líderes rusos están alarmados por la dinámica que han tomado las audiencias del MH17. A medida que avanza el juicio, es fácil imaginar el nivel de ansiedad que impera en la comunidad de la inteligencia rusa.
El fiscal holandés en el caso MH17, Theis Berger, declaró que al menos dos testigos habían sido objeto de ataques por parte del FSB o el GRU. Aunque los nombres de estos testigos habían sido clasificados, un grupo de hombres armados logró entrar ilegalmente en el domicilio de uno de ellos. Otro perdió el ordenador que había sido utilizado para establecer las circunstancias de la tragedia. La fiscalía cree que las agencias de inteligencia rusas están intentando inmiscuirse en la legítima investigación del desastre. Además, los agentes de la inteligencia rusa están tratando de intimidar a los testigos para encubrir sus propias atrocidades.
Los informes emergentes sobre los intentos de los piratas informáticos rusos por interferir en la investigación dejan en claro que los servicios especiales de Holanda están en conocimiento de muchas más cosas de las que piensa el Kremlin. En pos de la justicia, los holandeses han abordado diligentemente los esfuerzos por recopilar y sostener las pruebas sobre la participación de Rusia en el derribo del avión, que se convertirá en una amarga “píldora holandesa” para todos los responsables.
Traducido de: https://wienexperts.com/dutch_pill_for_kremlin