Jorge Lanata será sometido a una nueva operación este lunes en el Hospital Italiano, luego de haber atravesado dos intervenciones previas a causa de una isquemia intestinal. Esta será la tercera cirugía del periodista, quien continúa sedado tras casi cuatro meses de internación.
La primera operación consistió en una resección intestinal, donde le extrajeron 60 centímetros del intestino. El viernes pasado, Lanata tuvo una segunda intervención exploratoria. Según informaron fuentes cercanas, su estado de salud sigue siendo delicado, con diagnósticos que dependen de la evolución de la sepsis y la cicatrización del intestino.
Elba Marcovecchio, esposa de Lanata, explicó que “el proceso es por etapas, así estaba programado” y admitió que “cada intervención nos pone muy nerviosos porque es anestesia general”. Asimismo, afirmó que esta próxima operación “podría ser la última”, aunque la incertidumbre persiste debido a las enfermedades preexistentes del periodista.
El último parte médico señaló que Lanata “mantiene una leve alteración de la función renal, sin requerimiento de soporte de diálisis” y continúa con tratamiento antibiótico de amplio espectro. Además, su estado sigue siendo monitoreado con el uso de “drogas vasopresoras”, que ayudan a aumentar la presión arterial, dado que la isquemia intestinal se debe a una reducción del flujo sanguíneo al intestino.
En medio de esta situación, surgieron tensiones entre Marcovecchio y las hijas de Lanata, Bárbara y Lola, ya que solo se notificó a la mayor de las hermanas sobre las intervenciones, a pesar de que ambas comparten la misma potestad.
Isquemia intestinal: qué es, como se trata, los síntomas
La isquemia intestinal hace referencia a un conjunto de condiciones que ocurren cuando el flujo sanguíneo hacia los intestinos se ve reducido. Esta disminución puede ser causada por una obstrucción total o parcial de un vaso sanguíneo, comúnmente una arteria, o por una baja presión arterial que disminuye de forma general el flujo sanguíneo. La isquemia intestinal puede afectar tanto el intestino delgado como el intestino grueso (colon), o incluso ambos.
La reducción en el flujo sanguíneo no suministra suficiente oxígeno a las células del sistema digestivo. Esto convierte a la isquemia intestinal en una afección grave, que provoca dolor y dificultades en el funcionamiento de los intestinos. En los casos más severos, la falta de flujo sanguíneo daña los tejidos intestinales, lo que puede llevar a la muerte.
Existen tratamientos disponibles para la isquemia intestinal, pero es esencial identificar los síntomas de manera temprana y buscar atención médica de inmediato para aumentar las probabilidades de recuperación.
Síntomas
Los síntomas de la isquemia intestinal pueden aparecer de manera repentina (aguda) o desarrollarse gradualmente (crónica). Aunque los signos y síntomas pueden variar entre personas, existen algunos patrones generalmente aceptados que sugieren la presencia de esta afección.
Síntomas de isquemia intestinal aguda (repentina):
Los signos y síntomas comunes de la isquemia intestinal aguda incluyen:
- Dolor abdominal repentino que puede variar en intensidad (leve, moderado o intenso)
- Necesidad urgente de defecar
- Evacuaciones intestinales frecuentes y con fuerza
- Sensibilidad o distensión abdominal
- Presencia de sangre en las heces
- Náuseas y vómitos
- Confusión mental, especialmente en adultos mayores
Síntomas de isquemia intestinal crónica (evolución progresiva):
Los signos y síntomas característicos de la isquemia intestinal crónica incluyen:
- Calambres abdominales o sensación de saciedad, generalmente dentro de los 30 minutos después de comer, que pueden durar entre 1 y 3 horas
- Dolor abdominal que se agrava progresivamente a lo largo de semanas o meses
- Miedo a comer debido al dolor posterior a la ingesta
- Pérdida de peso involuntaria
- Diarrea
- Náuseas y vómitos
- Hinchazón abdominal
Fuente El Cronista