Lima- 15 de mayo de 2025-Total News Agency-TNA- En un contexto marcado por la guerra comercial que se intensificó en 2025, naciones de América Latina, como Brasil, Chile y Perú, han dado pasos significativos para reducir su dependencia de Estados Unidos. Estas economías regionales han buscado diversificar sus relaciones comerciales, acercándose a China, que ha emergido como un socio clave, transformando a la región en un importante proveedor de materias primas.
Desde hace años, estos países han fortalecido sus vínculos con la potencia asiática, impulsados por el aumento de la demanda de productos como la soja y el cobre. Este acercamiento fue evidente durante la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac en Pekín, donde el presidente Xi Jinping instó a las naciones latinoamericanas a “rechazar las interferencias externas”, subrayando la importancia de una colaboración sin restricciones.
Gregorio Gandini, analista financiero, comentó a Bloomberg Línea que este acercamiento responde a la necesidad de ampliar la base de socios comerciales. “China es el mayor consumidor de cobre del mundo, y los principales productores son Chile y Perú, lo que ya constituía una base comercial sólida”, afirmó. Gandini enfatizó la importancia de mantener un equilibrio en las relaciones comerciales, sugiriendo que la diversificación debe ser parte de una estrategia más amplia.
Las cifras son elocuentes: actualmente, el 39,1% de las exportaciones de Chile se dirigen a China, mientras que en Brasil y Perú representan el 31,7% y el 29,2%, respectivamente, de acuerdo con datos de Credicorp. Recientemente, Colombia formalizó su adhesión a la iniciativa de cooperación de la Ruta de la Seda, ignorando las advertencias de Estados Unidos. Chile y Brasil también han firmado acuerdos destinados a fortalecer sus lazos con China.
A pesar de la sólida relación comercial que Brasil mantiene con China, el país sudamericano no ha adoptado una política estatal que priorice al gigante asiático. Sin embargo, las relaciones bilaterales se formalizaron en 1974, y desde entonces, la necesidad de materias primas de China ha encontrado en Brasil un aliado estratégico. En 2009, China superó a Estados Unidos como el principal socio comercial de Brasil, marcando un hito en sus relaciones.
Chile, por su parte, ha experimentado un crecimiento significativo en su relación con China, gracias al acuerdo de libre comercio firmado en 2006, el primero de su tipo en América Latina. Este tratado ha facilitado el intercambio comercial, permitiendo a Chile diversificar su economía y convertirse en un actor clave en la región.
Perú, que se unió a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda en 2019, ha visto un aumento en sus exportaciones a China, con un crecimiento promedio anual del 12,8% desde la implementación de su tratado de libre comercio en 2010. Sin embargo, el país enfrenta riesgos derivados de su alta dependencia comercial de China, lo que podría exponerlo a vulnerabilidades ante fluctuaciones en la economía china.
En este contexto, los analistas advierten sobre la necesidad de que Perú continúe diversificando sus socios económicos y producciones, priorizando la creación de bienes de mayor valor agregado. La evolución de las relaciones comerciales entre América Latina y China refleja un cambio geopolítico significativo, con implicaciones profundas para la estabilidad económica de la región.
Con informacion de Bloomberg-agencias