La medida regirá hasta el 31 de enero, para restablecer el orden tras “los actos de violencia” con los que seguidores de Jair Bolsonaro tomaron Planalto, la Corte y el Congreso de Brasil.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención del Distrito Federal de Brasilia luego de que seguidores del ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional.
El decreto de intervención federal en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023. La intervención se limitará al ámbito de la seguridad pública.
Lula, quien está de visita en el interior del estado de Sao Paulo, no se encontraba este domingo en Brasilia.
Según de tala O globo, el mandatario mantuvo una reunión de urgencia por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro, Justicia, Flavio Dino, y Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha.
Patrullas de la Policía Legislativa, que vela por la seguridad en el Congreso, fueron atacadas y las barreras que acordonaban las sedes de los tres poderes fueron destruidas por los manifestantes.
Los actos antidemocráticos piden la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar a Lula, quien asumió la Presidencia hace una semana, el 1 de enero.
Los bolsonaristas radicales no reconocen la victoria en las urnas de Lula, quien en la segunda vuelta del 30 de octubre ganó con el 50,9 % de los votos válidos frente al 49,1 % de Bolsonaro.
Las policías del Legislativo y de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de elite de agentes de los diferentes estados, lanzaron gases lacrimógenos para dispersar, sin éxito, a los manifestantes, que portaban banderas del país y algunos estaban armados con palos.
Simpatizantes del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro vandalizan una sala del Palacio de Planalto durante una manifestación contra el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en Brasilia, Brasil. 8 de enero de 2023. REUTERS/Adriano Machado
Tras los hechos, el secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado de Bolsonaro, fue destituido de su cargo este domingo.
“Determiné la destitución del secretario de Seguridad del Distrito Federal, al mismo tiempo que puse en las calles a todos los cuerpos de seguridad, con la determinación de detener y sancionar a los responsables”, afirmó el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, en sus redes sociales.
Rocha también solicitó el apoyo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el poder el pasado domingo, y colocó su gabinete a disposición de los poderes federales.
Torres acababa de asumir la Secretaría de Seguridad de Brasilia, tras ejercer como ministro de Justicia en los dos últimos años de mandato del Gobierno de Bolsonaro, que dejó el poder el pasado domingo, cuando Lula juró como nuevo jefe de Estado.
Secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado de Bolsonaro. REUTERS/Adriano Machado
“El desorden es inconcebible y la falta de respeto a las instituciones es inaceptable. He determinado que todos los miembros de la Policía Militar y de la Civil actúen con firmeza para que se restablezca el orden con la máxima urgencia. El vandalismo se combatirá con el rigor de la ley”, manifestaba Torres, mientras ocurrían los graves disturbios.
Torres es un fiel escudero de Bolsonaro y, según el diario O Estado de Sao Paulo, justo después de asumir la Secretaría de Seguridad de Brasilia viajó a Orlando, en Estados Unidos, donde se encuentra actualmente el ex presidente brasileño.
En estos momentos, las fuerzas de seguridad trabajan para recuperar el control de la plaza de los Tres Poderes, donde están las sedes de la Presidencia, el Senado, la Cámara de Diputados y la Corte Suprema y que hoy fue tomada por ciertos de manifestantes golpistas vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña.
Algunos de esos radicales, que piden una “intervención” militar que devuelva al poder a Bolsonaro, han agredido a profesionales de los medios de comunicación y a agentes policiales que iban montados a caballo
Fuente Infobae-Clarin