La conocida organización criminal brasileña Primer Comando da Capital (PCC) decidió prohibir la venta de las “drogas K” en áreas bajo su influencia. Esta determinación fue confirmada por dos fuentes anónimas dedicadas al combate del narcotráfico y revelada a través de interceptaciones telefónicas avaladas judicialmente.
El Primer Comando da Capital (PCC) busca ejecutar la decisión de forma inmediata, tal como se desprende de las conversaciones de un miembro de la organización.
Las drogas K enumeran entre sus efectos la parálisis y distorsión de la realidad, generando preocupación para las autoridades y para los mismos narcotraficantes.
Cae la presencia de drogas K en São Paulo
El impacto de la prohibición se evidencia en las estadísticas de incautaciones en São Paulo, significativo mercado del PCC. Previamente encontradas en el 30% de operativos, las drogas K ahora solo aparecen en el 10% de los mismos.
Este tipo de sustancias, que se desprenden de experimentos de los años 90 para replicar los efectos terapéuticos del cannabis, se han convertido en un problema de salud pública por su potencial adictivo.
La razón detrás de la decisión del PCC
Las drogas sintéticas K, particularmente el K2 y el K9, han sido “víctimas” de un veto en 2023 por parte del PCC en sus “punteras”, los emplazamientos donde se comercializan sustancias ilícitas, con el propósito de no afectar el tráfico de otras drogas más lucrativas para la organización.
Este exceso de consumo está relacionado con un incremento de la atención policial y problemas que alteran el orden de los negocios ilícitos.
Paes Manso, experto en crimen organizado y autor del libro “La Guerra: el ascenso del PCC y el mundo del crimen en Brasil”, destaca el enfoque empresarial del PCC y su histórico en tomar decisiones similares.
Las drogas K y sus efectos
En Brasil, las drogas K son comúnmente rociadas sobre hierbas y fumadas. Conocidas por sus efectos intensos y peligrosos como la agresión y paranoia, se diferencian en su modo de consumo.
El K2 se pulveriza sobre hojas de plantas, mientras que el K9 se coloca sobre papel para consumo sublingual o por ingestión. Su producción proviene principalmente de China e India, importando el líquido concentrado a Brasil, donde es diluido y mezclado antes de su venta.
Retos y perspectivas para el tráfico de drogas
A pesar del veto del PCC a ciertas drogas sintéticas, el tráfico de cocaína sigue siendo el mayor problema de seguridad pública en Brasil, de acuerdo con Alexandre Learth, director del Centro de Exámenes de Estupefacientes de São Paulo.
No obstante, la creciente presencia de las drogas K en la vida nocturna del país y las posibles tensiones comunitarias que esto conlleva, siguen siendo de relevancia para la organización criminal, que busca mantener una imagen controlada y sin conflictos en las comunidades donde opera, no desde una perspectiva ética, sino como una estrategia de mercado.